Competencias frente a la crisis

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (28 de abril) y el 1 de Mayo, en el actual clima social y económico, he querido aportar mi opinión sobre la que considero una de las principales estrategias que puede ayudar tanto  a las empresas como a los trabajadores a ser más resilientes y saludables ante la crisis: el desarrollo de competencias para ser resistentes y proactivos frente a las situaciones de estrés.

Al margen de la coyuntura económica actual, las condiciones de trabajo son cada vez más complejas y cambiantes, más centradas en el manejo e intercambio de mayor volumen de información y de interrelaciones personales. Se desarrollan en entornos más inciertos y exigentes que requieren una actitud abierta y flexible, y un aprendizaje y reciclaje constantes.

Estas nuevas demandas de trabajo suponen un importante esfuerzo adaptativo, y son una fuente de estrés que puede ser vivida como una amenaza para el bienestar, o como un reto que aporta oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional y personal. Dependerá en gran medida del soporte y apoyo de la organización (reconocimiento, transparencia, organización eficiente, recursos disponibles, etc…), pero también de la actitud y de la capacidad de respuesta de sus personas empleadas.

En esta situación, las personas –clave de la flexibilidad intelectual y cultural-  son el principal valor de las organizaciones más innovadoras y competitivas.

Las organizaciones requieren trabajadores dispuestos a innovar, orientados al cliente y con alto grado de implicación y motivación. Estos nuevos puestos de trabajo exigen cada vez menos aptitudes físicas y más competencias cognitivas (tratar un mayor y más complejo volumen de información, tolerar mayor ambigüedad e incertidumbre en la toma de decisiones, asumir mayores responsabilidades, etc.); organizativas (organizar su tiempo, gestionar recursos, etc.) y relacionales (trabajar en equipo, tratar con clientes internos y externos y las demandas emocionales que estas comportan, entre otras) que son potenciales focos de riesgo psicosocial.

Póster OIT

Por otro lado, es difícil separar el efecto de lo que acontece dentro del entorno laboral en otros contextos y viceversa. Las personas se deben enfrentar a retos fuera del trabajo, en ocasiones tanto o más exigentes que los laborales: cambios drásticos en las demandas y expectativas de nuestro ámbito de apoyo social y en las formas de relacionarnos (como las tecnologías y las redes sociales).

Frente a esta nueva situación, creemos que propiciar el desarrollo de competencias transversales con impacto positivo en nuestro desempeño, y al mismo tiempo útiles en los diferentes entornos en los que nos relacionamos, es una oportunidad relevante tanto a nivel personal como para la organización, e incluso a nivel social.

El desarrollo de habilidades útiles para afrontar estas demandas, permitirán una actitud más flexible y proactiva a los cambios, repercutiendo en menores niveles de ansiedad, una percepción de mayor bienestar y un foco de contagio positivo en los diferentes ámbitos en los que interactúa la persona.

Desde esta perspectiva, planteamos un enfoque de desarrollo de competencias laborales para afrontar el estrés, que supone una puerta para el desarrollo de equipos innovadores y eficientes que son capaces de generar mayor bienestar y crear lugares de trabajo más saludables, rentables, competitivos y sostenibles, ya que además establecen sinergias con sus entornos de relación más próximos, incluido, por supuesto, el entorno familiar de sus colaboradores.

Por último, hemos de señalar que es necesario un esfuerzo importante de “marketing” por parte de todos. No sólo argumentando la necesidad de garantizar la salud en el trabajo, sino solicitando la corresponsabilidad de todos para crear entornos sostenibles y rentables frente a los nuevos retos socioeconómicos. La principal motivación ha de ser tomar conciencia de la  necesidad estratégica de afrontar lo psicosocial para poder ser competitivos,  y, en ocasiones, para garantizar la supervivencia de la empresa: facilitar la implicación en un proyecto compartido, mejorar el clima laboral, estimular la creatividad y la adaptabilidad, y favorecer una mejor disposición del sacrificio personal para afrontar posibles retos y dificultades.

José Francisco Martínez-Losa. Director de la Escuela Acestrés y Audit & Control Estrés

Link del ppt de presentación de la OIT del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo: http://goo.gl/Yl5DE

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