Observar los pensamientos improductivos y centrarnos en los productivos nos ayuda a resolver los problemas de modo más eficaz.
“La preocupación es el proceso mental mediante el cual una persona, ante un problema que no tiene una solución inmediata, intenta encontrar una solución”.
Hay un hecho evidente para la mayoría de las personas y es que le damos demasiadas vueltas a la cabeza.
¿Te resulta difícil parar de darle vueltas a tu cabeza en el momento en el que te lo propones?
¿Te preocupas en exceso por las cosas?
Si tu respuesta es SÍ, significa que probablemente, tu pensamiento está compuesto de un mayor número de “basura mental” que de pensamientos productivos.
La “basura mental” son aquellos pensamientos que, debido a su naturaleza irracional o repetitiva, son improductivos a la hora de alcanzar una solución a nuestro problema. Esto genera ansiedad y malestar excesivo.
¿Cómo diferencias los pensamientos útiles de los inútiles?
PENSAMIENTO INÚTIL: pensamiento repetitivo, generalizado, subjetivo y sin propósito claro.
PENSAMIENTO ÚTIL: pensamiento objetivo y con propósito claro: pensar en alternativas de solución a nuestra situación.
¿Cómo llevas a cabo pensamientos útiles?
- Describir la situación que nos preocupa
- Desarrollar nuestros objetivos finales
- Pensar en posibles soluciones por descabelladas que sean
- Valorar los pros y los contras de cada alternativa
- Escoger la solución más apropiada o menos mala
- Llevar a cabo la solución escogida y valorar el resultado
Si quieres saber más, puedes consultar el curso de Control de pensamientos de la Escuela Acestrés. Con él puedes aprender a controlar tus pensamientos y a pensar de forma positiva, evitando las conductas y emociones que te generan estrés.
Verónica Martínez, 2013
Psicóloga y e-coach Escuela Acestrés
